FAMILIA 25

La democracia tiene su origen en el lecho de la familia

Tany Giselle Fernández Guayana (1)

en colaboración con

ANDREA MILENA ARÉVALO JIMÉNEZ (2)

CLAUDIA PATRICIA BERNAL BARRERA (3)

MÓNICA ALEXANDRA CORTéS GONZÁLEZ (4)

RICARDO CORTéS(5)

MARGARITA MARÍA DELGADO pérez (6)

JENIFFER YESENIA GIL ADARME (7)

JORGE NEIRA ABELLA (8)

MARIA ANTONIETTA TOSELLI (10)

NANCY NATHALY RIVERA CASAS (9)

(1) Magíster en Educación y Desarrollo Humano. Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. Licenciada en Pedagogía Infantil. tany.fernandezg@gmail.com

(2) Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. Psicóloga. mile1230@hotmail.com

(3) Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. Trabajadora Social. berpatty@hotmail.com

(4) Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. Psicóloga. monicaalex87@hotmail.com

(5) Sacerdote. Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. padrericardozi@gmail.com

(6) Especialista en Gerencia de la Comunicación Organizacional. Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. Administradora de Instituciones y Servicio. margarita.delgado@unisabana.edu.co

(7) Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. Psicóloga. jenniferyes@gmail.com

(8) Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. Psicólogo. Enfermero. jorney7@yahoo.es

(9) Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. Psicóloga. vip_nathaly@hotmail.com

(10) Religiosa. Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. Abogada. famulatozipa@hotmail.com

 

 

Introducción

Democracia, idea que, según los griegos, es la cúspide del pensamiento en tanto organización humana, hasta el momento no ha sido realmente vivida, debido a que algunos entes como el estado, los medios de comunicación y la empresa pretenden ejercerla a través de la imposición o manipulación de los ciudadanos. Dado que lo anterior va en contra de los verdaderos ideales democráticos, se llega a las siguientes preguntas: ¿Dónde surge realmente la democracia?, ¿Qué pasó en la historia del mundo que puso en peligro la democracia?. Tales interrogantes, pueden ser resueltos a través de un análisis crítico de la definición y los objetivos de la teoría de Estados Unidos en 1946 con relación a la teoría del psicoanálisis, las cuales, conllevan a revalorizar la “dimensión espiritual” educada desde la familia. Según lo ha demostrado la historia y los estudios sociológicos, la familia es una de las vías que posibilita al hombre ser capaz de auto-poseerse y así alcanzar su libertad en busca de un bien común.

 

¿Qué pasó en la historia que puso en peligro la democracia?

Como hechos fundamentales en la historia de Estados Unidos, se encuentra la finalización de la Primera Guerra Mundial en 1946, como también el auge de las teorías psicoanalíticas destacándose sobremanera Sigmund Freud, seguido de su hija Anna Freud, y posteriormente su sobrino Bernays. Ellos consideraban importante el inconsciente y la represión de los impulsos primarios.

 

Finalizada la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos se encontraba con el regreso del 49% de soldados diagnosticados con algún trastorno mental, hechos que desencadenaron la declaración de los problemas para la nación, formulando como medio de atención la política de salud mental y la creación de cientos de centros de orientación.

 

En este contexto, la Teoría Psicoanalítica cobra gran importancia como medio de atención a los trastornos mentales, con el ideal de mantener el orden de la democracia y la regulación social.  Sin embargo, la manipulación de las clases sociales pretendiendo el ajuste de las personas a los ideales del gobierno, aisló a la persona de su esfera moral y del fin último de la democracia. Por consiguiente, a la persona se le negó la toma libre y consciente de las decisiones sin considerar su complejidad como ser humano y de sus interacciones sociales; así mismo se le aisló de su historial familiar y la pertenencia a un sistema familiar. De tal forma la persona fue vista como masa de consumo posible de manipular según interés específicos y sin un tratamiento real a las problemáticas mentales presentadas. 

 

Al respecto, el filósofo Meritain:

 

“El humanismo tiende a hacer al hombre más verdaderamente humano y a manifestar su grandeza original haciendo participar en todo cuanto puede enriquecerle en la naturaleza y en la historia, requiere que el hombre desarrolle las virtualidades en el contenidas, sus fuerzas creadoras y la vida de la razón, trabajando para convertir las fuerzas del mundo físico en instrumentos de su libertad, un humanismo desprendido y consciente de sí mismo, que conduzca al hombre al sacrificio y a una grandeza sobrehumana, porque entonces el dolor humano abre los ojos y es soportado con amor no en la renuncia a la alegría sino en una mayor sed y desbordamiento de alegría un humanismo es posible” (P.1).  

 

Revalorización de la familia como origen de la democracia

Con el proceso de industrialización, que somete a las personas al proceso productivo y por tanto, en seres que solo pueden vender su fuerza de trabajo, comenzó un periodo de deterioro de la familia como unidad productiva y como centro fundamental de la sociedad.  Al convertirse la familia en unidad de consumo, la sociedad y la política se configuran sin tener en cuenta sus necesidades particulares. La familia deja de ser entonces una unidad que alimenta a la sociedad convirtiéndose en un actor desarticulado de la sociedad que recibe de forma pasiva la política y la información que se vende en los medios de comunicación.

 

La familia desarticulada, sometida a mantener a los padres “productivos” en una fábrica y a los hijos abandonados y expuestos a todo tipo de riesgo social, no puede entregar al torrente de la sociedad, seres preparados para ser verdaderos ciudadanos, base fundamental para la democracia.

 

El ciudadano tiene plena conciencia de la importancia de ser “productivo” pero, además de ser ético socialmente. Es consciente de escoger y elegir sus gobernantes libre de cualquier presión. Es capaz de objetar y de hacer control social. El verdadero ciudadano se forma en la familia, allí aprende a reconocer la autoridad y a obedecer con inteligencia en la búsqueda del bien. En la familia se sabe reconocer como sujeto de derechos y de deberes con los demás. En familia la persona es capaz de entender y vivir el significado del amor y de entregarse a otros desinteresadamente.

 

Todo ello, implica un despliegue de su dimensión espiritual porque es esta la que contiene el sistema de valores que fundamenta el actuar consciente de las personas. Al ser inculcados estos valores, el ser humano tiene la capacidad de autorregularse para vivir en sociedad y ejercer su libertad con el ideal de la democracia.

 

Por tanto, una verdadera democracia surge y se sostiene con personas capaces de mantenerse en sus principios a pesar de las crisis y las circunstancias sociales. Las personas con sentido crítico, propositivo, son fuertes ante las manipulaciones ideológicas que generalmente plantean los estados autoritarios que pretenden controlar a las masas.

 

En síntesis, reconocer la familia como centro de la sociedad, significa valorar el poder que tiene la dinámica interna de la familia para establecer relaciones con los agentes externos. Esto le permite ser sostenible y mantener una relación bidireccional efectiva y benéfica para ambas partes, garantizando así una sociedad sana para las futuras generaciones.

 

Referencias

 

  • Humanismos Integral. (2014). Meritain. Citado el día 3 de mayo. Disponible en: www.humanismointegral.com/DOCUS_SP/a)%20ESP/206_ESP.htm

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