Julio, 2023
Magíster en Educación y Desarrollo Humano. Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. Licenciada en Pedagogía Infantil. tany.fernandezg@gmail.com
Para varios no es desconocido que una de las relaciones interpersonales que brinda sentido a la persona es la amistad. Construidas por lazos de afinidad, desde la infancia hasta la adultez por, el hombre tener la capacidad de coexistir, es invitado a crecer cuando de manera libre elige con quien compartir su vida, sus experiencias y su tiempo mediado por las relaciones filiales.
Además de ser un tipo de relación de afecto, simpatía y confianza establecida entre personas ajenas a la familia, la amistad tiene su sentido más hondo en el amor, y es por eso que contar con buenas amistades posibilita una enorme satisfacción.
En constantes momentos, las personas andan en búsqueda de su sentido en recorriendo caminos con las diferentes actividades de la vida cotidiana para lograr saciar esa sed. En algunas ocasiones se han visto realizadas cuando vuelven su mirada a la introspección o el mundo interior obtenidos por éxitos, logros, dinero y otro tipo de adquisiciones materiales o espirituales.
Al ser el hombre un ser intrapersonal que crece de manera íntima con las decisiones propias, no significa que sea ajeno al ambiente, su ser también se ensancha cuando establece relaciones con otras personas. Y a pesar que la persona constituye una unidad que se ama, jamás podrá ser amigo de sí mismo debido a que la amistad es representada en una unión: hacerse-uno con el otro. Es una comunidad. En la medida que hay amor propio, se ama a los demás, hay mayor riqueza cuando de la amistad se retroalimentan las partes para un darse mejor. La amistad, al igual que las demás relaciones interpersonales da cabida a que la persona logre su ávida felicidad, allí hay un olvido del sí que sale en búsqueda del bien del otro.
La amistad además de ser una relación de afecto es también una relación cuyo acto predominante hace referencia al amor. Es caracterizada por la decisión libre, la aceptación auténtica, la dadivosidad y la búsqueda del bien. Lo propio de la amistad es decidir por voluntad propia qué amigo/a tener a partir del descubrimiento de que existe una persona como uno que tiene intereses comunes. Tal vez, esa es la razón de la máxima “un amigo es como mi otro yo”. Por su parte, la elección atribuye un compromiso donde se acepta al amigo tal cual es (como una persona con virtudes y mejoras). Es natural de la relación compartir el mundo interior y el darse sincero sin esperar nada a cambio porque se sabe que la mayor recompensa es vivir esa amistad.
Por eso, la legítima amistad es para ser feliz. Allí es donde se descubre lo verdaderamente importante, lo que vale la pena apostar… apostar por un mejoramiento mutuo en integridad, a través del tiempo, las experiencias, las risas, las derrotas, los secretos y los sueños compartidos.
Ahora bien, para ser un buen amigo y, por tanto, tener buenos amigos, se requieren de unas cualidades que brindarán cimiento para alzar la edificación de la amistad y reparar las grietas que se puedan abrir en el camino. Entre esas se encuentran:
Amistad según el Principito
-Ven a jugar conmigo –le propuso el pequeño príncipe-. ¡Estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo -Expresó el zorro-. No estoy domesticado.
-¿Qué significa “domesticar”?
-Es una cosa demasiada olvidada. Significa “crear lazos….”. Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo.
Antoine de Saint-Exupéry
¿Cuánto sabes de la amistad verdadera?
Tomado de www.protegetucorazon.com
A cada pregunta responde falso o verdadero:
1. Los verdaderos amigos buscan lo mejor para el otro: F V
2. La cantidad de amigos que tenemos es más importante que la calidad de la amistad: F V
3. Intentar que el amigo mejore en algunos hábitos o actitudes será meterte en lo que no te importa: F V
4. Si un amigo me corrige, le tendré más confianza: F V
5. Un amigo habla bien de ti: F V
6. Un signo claro de que una amistad no es verdadera se da cuando una persona usa a otra: F V
7. Una amistad es compatible con el provecho personal: F V
8. Un amigo verdadero no propone actos que hagan daño al otro: F V
9. Los amigos que escogemos no influyen en nuestras vidas: F V
10. Un amigo conoce la vida del otro: F V
11. Los amigos siempre están de acuerdo: F V
Respuesta: 1:V, 2:F, 3:F, 4:V, 5:V, 6:V, 7:V, 8:V, 9:F, 10:V, 11:F.
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