En tiempos donde los medios de comunicación han avanzado hasta el punto de reducir la mínima distancia que se tiene con respecto a los demás, se hace difícil concebir la lejanía a como una forma de Eros: de amar al Otro. Sumado a ello, al estar sumergidos por el afán cotidiano, se impulsa a querer con inmediatez todo lo que refiere al Otro y, por tanto, se ejercen prácticas de experimentación del Otro muchas veces sin conciencia.
La búsqueda de la felicidad es personal, pero el medio común para llegar a esta meta suele ser el amor. Por tanto, quien no comprende o halla el amor suele percibirse como desdichado. De ahí el uso de frases como “no creo en el amor” o “el amor no existe”. Entre los seres vivos, el ser humano es el más vulnerable al nacer; necesita de otros para sobrevivir, crecer, dialogar, aprender hábitos, entre otros aspectos esenciales en su desarrollo.
En varios países del mundo y sobre todo, para los que son cristianos, el domingo es considerado un día conmemorativo por ser el último día de la creación y el día que tomó Dios en símbolo de alabanza por su obra, es considerado el Día del Señor para su celebración eucarística. No obstante, el domingo es tomado también por las familias, como un día de comunión a causa de las ausencias ocasionadas por el trabajo durante la semana. El domingo es un día que refleja paz y vínculo familiar.