Se escucha mencionar de manera recurrente en los pasillos, en la familia, dentro de las amistades, por las redes y medios de comunicación lo siguiente: “Debes fortalecer tu autoestima”, “Has de lograr una autoestima alta”, “Esa muchacha debe ir donde un especialista para que le ayude a subir su autoestima”. Figuras públicas e “influencers” han compartido experiencias y algunas recomendaciones, que, según sus opiniones, pueden ayudar. No obstante, dentro de sus narrativas es casi nula la evidenc
La fotografía ha sido desde su invención, uno de los medios predilectos para capturar la realidad, perpetuando instantes con el paso del tiempo. Ha sido también utilizada para guardar los momentos importantes y así tener la oportunidad de recordarlos de manera vívida en el papel impreso. No obstante, la fotografía ha trascendido los escenarios, y especialmente ha podido ser utilizada como herramienta metodológica de investigaciones sociales.
La construcción de un entre-nos, hoy día, es un tema que no sólo le compete a la educación, de hecho, es a partir de este paradigma que se intenta dar prioridad a las relaciones humanas como de forma integrar de una nación. Las relaciones entre un “yo” y un “tú”, hacen parte de ese tejido que construye otros mundos posibles de habitar, ya que, el individualismo marcado por la tendencia de algunas políticas, han incrementado el egocentrismo, dejando de lado el centro de todo desarrollo humano.
Actualmente, las personas se encuentran inmersas en un medio donde la actividad comercial es la que prima las relaciones, la estabilidad y el progreso. Todas las transacciones giran en torno a la compra-venta de bienes y servicios en búsqueda de la riqueza, el bienestar, en pocas palabras, de la felicidad. Sin embargo, algunos países se encuentran ante una crisis económica, de la cual, por más que abran sus tratados de libre comercio, les es difícil reestablecerse.
Sé que, para algunos, la figura paterna no es la que mejor recuerden o tal vez, con la que menos presentan algún vínculo afectivo. Sé que no todos han tenido la oportunidad de pronunciar la palabra “padre”, “papá”, “papí” o “pa”. Y sé también que algunos, dada esa ausencia, preferirían continuar la vida sin éste. Ante esas experiencias, de algún modo, traumáticas, no se hace sencillo reivindicar la figura de un padre.
Hablar de innovación en educación, en pleno siglo XXI, es una tarea algo difícil, puesto que ha sido trabajada, principalmente, desde el campo de la economía. Hoy día, a causa del creciente auge de la tecnología y la investigación provenientes de impulsos económicos, la educación se ha visto influenciada hasta el punto que los educadores hemos sido trasladados de nuestras funciones.
Hoy lo indescifrable, lo incomprensible, lo inimaginable también ha tornado a las palabras: indecibles. La situación por la cual se encuentra el mundo hoy, a causa del Covid-19, es una de las realidades que más ha trastocado los escenarios cotidianos del ser humano. Dolor, angustia e incertidumbre son los sentimientos que más se han marcado en la sociedad. No obstante, el término “coronavirus” nos deja, desde ahora, una meta que trasciende los escenarios del dinero, del poder, del placer.
Este artículo presenta los resultados de un estudio fenomenológico cuyo propósito fue comprender y describir los sentidos que los y las docentes le otorgan a su responsabilidad educativa. La investigación se enmarca en un estudio cualitativo con metodología fenomenológica. Los resultados evidencian la vivencia de la responsabilidad educativa a partir de un proceso: inician desprendiéndose de sí mismos lo cual les posibilita abrirse a la presencia desbordante del estudiantado.
Bien dice el adagio popular que el amor “supera toda barrera” o “es la fuerza más grande que existe”, y tal vez sea verdad. Desde mi experiencia como maestra y académica en distintos niveles: preescolar, primaria, bachillerato y universitario, he concebido las prácticas de mirar a los ojos, hablar con dulzura, brindar un abrazo y estar presente, como maneras de demostrar que otros me importan.
En el mundo moderno, las personas se encuentran inmersas en un medio donde abundan actividades que solo culminan hasta el momento de ir a dormir. No obstante, en ese transcurrir cotidiano, a veces el tiempo se detiene; son momentos para liberarse de todas las actividades, para abrir camino, no solo al descanso, sino al llamado aburrimiento.